sábado, 29 de octubre de 2011

Tres bellezas


Princesa Letizia


Bueeeno.....
Ya era hora de que viéramos a Letizia con joyas en condiciones, la ocasión de los premios Príncipe de Asturias lo requería y así lo ha entendido en esta ocasión la Princesa.

Sus inolvidables pendientes de diamantes los ha lucido en esta ocasión en todo su esplendor. Seguramente la madurez de Letizia sea la que se va adaptando mejor a estas joyas, ya que en otras ocasiones, bien por su bisoñez bien por su falta de acierto al escogerlos, no la habían favorecido del mismo modo.
 
Pero en esta ocasión tan solo unos pendientes han sido suficientes para ensalzar un porte majestuoso, limpio, luminoso y brillante... Es lo que tienen las buenas joyas; con poquito, bien escogido y adecuado para el vestido y ocasión, te hacen deslumbrar.




Princesa Letizia en los premios Príncipe de Asturias 2011

Tres bellezas: Mujer, vestido y joyas conforman un estilo.
 
Las joyas son el reflejo de la personalidad y del estado de ánimo más íntimo, cosa que no ocurre exactamente con el vestido. Las joyas se compran con mimo, con cuidado, con miras al largo plazo, procurando no equivocarse y ajustándose lo más posible al gusto personal. Las joyas por otro lado se "visten" en el último momento, dependiendo del estado de ánimo. Estas razones justifican la anterior afirmación. 

Las revistas nos hablan de que la princesa en esta ocasión "llego pisando fuerte" y esta percepción está muy justificada en relación a sus joyas. No recuerdo haberla visto antes en unos Príncipe de Asturias con estos pendientes. Los pendientes aun siendo muy importantes son "sobrios", sobrios por ser clásicos, y sencillos como contraposición a otros diseños más pretenciosos.

Indudablemente (como nos decía hace pocos días una lectora) las joyas no lo son todo ni son suficientes.  Sí, las joyas pueden causar el efecto diametralmente opuesto a la elegancia o al de un estilo bien depurado, pero no llevar joyas, o no llevar las joyas adecuadas, es un signo de falta de cuidado o de ausencia de refinamiento.

Volviendo al tema de los pendientes quiero aprovechar para llamar vuestra atención sobre la elegancia y actualidad de unos pendientes clásicos y "sencillos" (de diseño) como los de Letizia, frente a la cantidad de joyas pretenciosas, de diseño rebuscado, recargadas de pavés y de piedras, que últimamente gozan del favor de las más "frikis" del cuché.

En esta ocasión: Princesa ¡Chapó!

...qué castizo me suena esto de "chapó" . Sin ser amigo de galicismos ni de princesas, con tanta elegancia aquí me suena mejor decir lo de: ¡Chapeau! Princesa.

Pero lo que verdaderamente debo que decir es: ¡Ooolé! Princesa

¡Sed buenos!


PD. Princesa: En esta ocasión una sortijita con un garbanzo en condiciones era lo suyo. La próxima vez con una cosita así lo arreglamos.

2 comentarios:

  1. la verdad es que los pendientazos en esta ocasión los lució de maravilla, pero parece mentira...Como si el resto de los españoles no supieramos las joyas que tiene y ultimamente va de sencilla y sólo se pone la estrellita o estos.
    Pues recorta en vestiditos nuevos de tiros largos que aunque sea de colección Pret-a-Portter es un presupuesto y... que luzca sus joyas, que para algo sirven.Y además la elegancia no es solo ´saber elegir el vestido adecuado para cada ocasión sino elegir bien los complementos y ahí incluyo las joyas.

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  2. Puff... anónimo, ¡Qué bronca!
    Se ve que te gustan las joyas y que no pierdes ripio, pero esta vez, precisamente, creo que no es para dar caña. Es una opinión.
    En cualquier caso se agradece la tuya.

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